Alexander Vortice

SIERPE

Agarré el impulso

y lo instalé junto a las perfidias.

 

En seguida el juego mudó

en hálito avivado,

en espiración con tendencias

suicidas.

 

Sucede en noviembre

lo que sospeché en septiembre;

coloco el almanaque

en mi palco de ilusiones

y éste me asevera

que el mañana es una sierpe

cebada por los garfios

de la muerte.