orlando guevara

Disidente

Del empeño que rodea

ilustre el fuego remoto 

del abismo en el que toco

la soledad incandescente

por querer volver a verte

sumado más que a la idea

escribo estos versos rotos

con la tonada ligera.

 

Congelada está la ausencia

a la vista inagotable

de la mañana confiable

los rayos de un sol naciente

luz de valles y de fuentes

despierta sin voz la esencia

de aquel ser  perdurable

en la abatida conciencia.

 

Lúgubre la alborada

y el ocaso sin tenerte

se desviste luz sonriente

como boca enmudecida

la levedad sin salida

cae honda y agotada

cae sin poder verte

cae excelsa de la nada.

 

Inclina hasta estos campos

el plegado con tu nombre

a los mares que se esconden

por ver el cielo primero

o aquel sueño venidero

del cual se muerden mis labios

deja que siendo hombre

pueda verte sin presagios.

 

De los sonetos las veces

que rinde el alma al amor

de los ramos que sin flor

buscan ornar los delirios

los pensamientos más fríos

las ideas que no crecen

y los labios sin rubor

que en soledad desfallecen.

 

Déjame volver a verte

sin que la lámpara emprenda

vislumbrarse ante la ofrenda

del sentimiento que añoro

techo de cieno y oro

techo adverso que desprende

los recuerdos que me enferman

al volver y no tenerte.

 

Ensoñadora la suerte

del pecho que gimotea

lágrimas/mar que gotea

del inmenso sufrimiento

al poder sentir lo cierto

lo que ahonda si se siente

lo que recibe sin pena

la vida de un disidente.