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Ella -cuento

“No es por ser egoísta pero solo yo quiero ver tu sonrisa, dijo él, mirándola a los ojos con esa ternura irresistible”.

Así fue como ella se dio cuenta de lo que en realidad sucedía con él, tantos sentimientos escondidos durante muchísimo tiempo, y todos eran solo para los dos, solo ellos pueden disfrutarlos mutuamente.

Un día Karla se quedo a tomar unas horas extra para la clase de matemáticas, en la cual era de las mejores y quería ayudar a los que no podían entender esos temas tan difíciles. Ella estaba sentada afuera del aula esperando a la maestra, pues había salido temprano de sus clases, cuando en eso, sus ojos se volvieron completamente grandes al ver que Diego estaba parado a unos pasos de ella, y se acercaba cada vez más, en ese instante se dio cuenta de que estaba justo enfrente de su banca, y entonces le dijo…

-Hola.

Karla se puso muy nerviosa pues lo había estado observando ya desde hace tiempo atrás, y le contesto.

-Hola, ¿tú también vienes a ayudar a la maestra?

A lo que Diego contesto entre risas.

-No, vengo a tomar sus clases, pues no ando muy bien en matemáticas.

Ella estaba a punto de contestar pero en eso llego la maestra Elisa un poco apurada diciendo:

-Perdón por la demora, pero mi carro tuvo unos inconvenientes y no pude llegar a tiempo a la escuela.

Ellos asintieron con la cabeza y le dijeron que no había problema alguno. Al entrar al salón tuvieron que ayudarla a limpiar las bancas y acomodar unos papeles de práctica, los cuales no eran de mucho agrado para Diego.

Al cabo de 5 minutos comenzaron a llegar los estudiantes al salón. Todos tomaron su asiento asignado y la clase empezó.

En todo el tiempo Karla estuvo al pendiente de lo que la maestra necesitara, pero también lo estuvo de los movimientos de Diego, que le parecía una persona completamente interesante.

Al término de la clase, Diego se dio cuenta de que Karla tenía un algo especial que le llamaba mucho la atención. Ella era una persona muy enfocada en sus estudios y muchos de la escuela rumoraban que casi no era una chica normal, pues no sonreía seguido y nadie en todo el tiempo del semestre la había visto sonreír.

Al día siguiente Karla se dio cuenta de que algo estaba pasando, y es que por cada lugar que pasaba alguien se le quedaba viendo como si fuera una cosa extraña y se ponían a murmurar. Al llegar al salón, sus amigas estaban un poco distanciadas y solo una se acerco para decirle lo que sucedía. Las chicas del grado superior la vieron con Diego el cual era muy seguido por las muchachas, y comenzaron a rumorar que le había hablado por lastima y un sinfín de mentiras. A lo que Karla contesto:

-Eso no es cierto, el no sería capaz.

Dieron el timbre para salir de clases y se paro inmediatamente para ir a la clase extra de matemáticas, donde se encontró con Diego y se acerco rápido para preguntarle sobre esos feos rumores. Y le dijo…

-Escuche que estabas diciendo que me hablaste por lastima Diego.

El se quedo perplejo ante tal barbaridad, pues no haría algo así con ninguna persona, el era alguien muy centrado y por nada se atrevería a decir eso.

-Perdóname por eso, yo también los escuche pero debes saber que no es verdad, yo no lo haría pues no soy de ese tipo, ¿me crees?

Lo dijo con mucha seriedad mirándola directamente a los ojos. Ella se quedo callada por unos segundos al darse cuenta de que él había sostenido su mano. Entonces contesto…

-Te creo, gracias por decirlo porque en verdad no sabía qué hacer.

Después de eso empezó la clase, y Diego comenzó a darse cuenta de que Karla era una persona muy linda, el también la había estado observando mas nunca le hablo, era su oportunidad perfecta para invitarla a salir. Y termino la clase de matemáticas.

Al salir Diego se acerco rápidamente a ella para preguntarle si le gustaría salir, a lo que le contesto:

-Está bien, nos vemos en la plaza a las 6.

Diego llego a su casa muy emocionado pues ya casi era la hora de verse, termino de comer y se cambio para irse a la plaza, él quería estar temprano para que no pensara que era alguien impuntual e irresponsable.

Estuvo ahí antes de que dieran las 6 de la tarde, después de un rato la vio venir, vestía un overol un poco desgastado y una blusa blanca bajo de él, se veía muy diferente a cuando usaba ese uniforme escolar.

-Hola, perdón por la tardanza

Dijo ella.

-No hay problema, acabo de llegar.

Le contesto Diego.

Fueron a comprar un helado y se quedaron a platicar ahí, en un instante tan pequeño, el pudo observar algo que nadie más había visto… su sonrisa, quedo paralizado ante ella y dijo.

-Hermosa.

Karla no entendió muy bien lo que dijo y le contesto:

-¿Disculpa?

-Sí, tu sonrisa es hermosa.

Ella volvió a sonreír y le agradeció. Desde ese momento supo que ella era la persona que tanto había estado buscando, tan linda y abierta a las nuevas experiencias. Cuando terminaron de comer su helado se fueron y el la llevo hasta su casa, donde se despidieron con un beso en la mejilla y ella le dijo:

-Gracias por este día, es en verdad de los mejores.

A lo que Diego le contesto:

-No es nada Karla, gracias a ti.