YoKo

Cuerpo y corazón

No defiendo o justifico la prostitución, sólo escribo a quienes  se dedican a ello con respeto y consideración a su situación. Todos escribimos al amor, hoy yo he decidido escribir a quienes venden su cuerpo y corazón.

 

 Cuando el alba levanta sus últimas caricias

despierta en su mirada un rocío disecado,

con la retina rasguñada por la soledad

y la cicatriz de un llanto, un gemido olvidado.

 

No hay amor versado sobre sus senos

o un nombre clamado en el vello de su cuerpo,

solo un deseo agotado sobre la piel marchita

en el amargo sabor a peculio sobre sus labios.

 

¿Cuál ha sido su nombre esta aurora?

Es la necesidad que hiere a la dignidad

cuando bebe el espeso pudor por la noche,

beodo por el rubor que desviste sábanas.

 

Clavel Rojo

Alejandra P. Rodríguez Espinosa. Todos los derechos reservados.