FELINA

LA SOLEDAD QUE ASESINA

Aligero mis pasos

 

por el vergel florido,

 

para ver si te encuentro,

 

para ver si no te has ido...

 

Sólo hallo un jardín en ruinas,

 

unos árboles sin nidos,

 

se han ido las golondrinas

 

y los pétalos de las clavellinas,

 

estrujados por el viento,

 

ya no tienen su esencia,

 

como un suspiro

 

su color han perdido,

 

flores mustias son.

 

El suelo lo cubre un tapete frío,

 

no hay estío...

 

La lluvia amenaza por caer,

 

la atmósfera una capa densa es,

 

no hay luz...no hay brillo,

 

el sol no ha salido,

 

me envuelve una niebla umbría,

 

mis ojos lloran porque no has venido.

 

Estremese mi cuerpo un escalofrío,

 

todo es opaco, todo es sombrío,

 

el corazón ya no palpita

 

con el mismo ritmo,

 

sólo sangran las heridas

 

de unas manos que te buscan,

 

aferradas a los peldaños,

 

de la soledad que asesina

 

y de una ausencia que es eterna,

 

que carcome las entrañas,

 

cual si fuesen pirañas.

 

Es que mi ser te extraña,

 

desde el amanecer,

 

hasta que agoniza

 

la noche en la bahía

 

Felina