Dime que se esconde en tu sonrisa
si la prisa de la vida no responde,
y se esconde un dolor bajo tu pecho
que convive ciegamente con tu cuerpo,
eclipsando en soledad tus sentimientos.
Dime que deseas con tus besos
si están presos de unos labios que condenan
pronunciando no querer tener mas dueño
y hasta el sueño de besarlos se me niega.
Dime si tu piel ha divagado
emanando dulces gotas de deseo,
mientras veo reflejándose en tus ojos
un manojo de escondidas tentaciones,
reclamándome excitados más caricias.
Dime lo que esperas que prometa
mientras niegas luego abrirte libremente,
y el presente no ha alcanzado a convencerte,
ni mi pecho ha logrado cobijarte.
Dime entonces pétalo de nieve,
si intentarlo no valdrá tal vez la pena,
sin promesas, solo los dos corazones,
y pasiones al reparo del destino,
eximidos de ligeras precauciones.