marcelo caputo

Mensajero

Llego aquí hoy enviado por él, para hacerte saber su gran secreto.
Y ahora que estoy frente a ti, bella dama, comprendo porque aquel
que puede traducir el cielo y enfrentarse a las tempestades del alma,
quien puede contar al mundo su amor por ti a través de sus versos,
enmudece en tu presencia.

Es así como le gusta caminar el sendero de su historia,
imaginándote a su lado.

El podría apagar el sol solo para verte brillar en la noche.

Quien me envía hoy a ti ansía quemarse con tus labios ígneos y
despertar en mitad de la noche y acercarse a ti para vivir el mismo
sueño.

-¿Tú piensas en mi cuando no estas conmigo? - me ha enviado
preguntarte.

Fiel mensajero, te he de solicitar que escuches a través de mi voz lo
que constituye la naturaleza misma del poeta y sus trazos sobre el
papel.

-¿Qué sueñas cuando no soñamos el mismo sueño? - suplica le
respondas.

Partiré hoy de aquí y cumplido mi encargo, llevaré conmigo un
trozo de paño para enjugar sus lágrimas al saberte de otro, o un
cesto vacío, para que sea llenado con su sabia felicidad al saberte
suya.