Que hermosos son tus labios,
 Un deleite siempre es, a mi paladar,
 Nunca entenderán los sabios,
 Porque tu boca incita a. . . ¡amar!
Una mirada preciosa, tan furtiva,
 Hermoso el protector de tu corazón,
 Palabras emotivas, tu foto exquisita,
 ¿A que hombre no harías perder. . . la razón. . .?
¿Acaso son ciegos ante tanta belleza?
 ¿O tu hermosura los cega?
Tan preciosa tal cual una estrella
¡Imposible que alguien no lo vea!
Si vivieras a mi lado;
 Mis besos, te enamorarían,
 Eres tan linda, que me tienes anestesiado,
 Mis corazón se abre. . . en ti se inspira. . .
¿No lo ves? ¿Acaso no me crees?
 Eres una flor, tu lindura me inspira,
 Te preguntaría un ¿Me quieres?
 ¡Pero si me amas!, ¿O mi cabeza delira. . .?
Aunque te fueras a vivir en El Salvador,
 te buscaría a morir, te tendría que encontrar,
 Para besarte con todo mi amor,
 Y te aseguro que nunca me dejarías de Amar. . .
Mis labios siempre están tan secos,
Y tus labios son tan llamativos,
Que siempre deliro por uno de tus besos,
Porque solo así ¡Yo! Me siento vivo.
Te incomode, veo que te has molestado,
Y ahora, mis labios tristes están,
Quizá mis ojos han llorado,
Pues tus labios. . . ¡No me besaran!
Y entiende que eres toda una princesa,
 Simplemente, más que una mujer bella,
 Una niña muy linda, muy hermosa,
 Más preciosa que cualquier estrella. . .
Tus besos son más que un deleite,
Que rico sazón me deja tu aroma,
Hermoso en verdad, es quererte. . .
Seria genial, tener una esposa así, ¡Toda una dama!