Vito_Angeli

Con pocos cielos

 En su caminata por las nubes

tras el azulado en lontananza,

los pasos del ex-ángel Luzbel

  marcaban una osada esperanza.

 

Con tridente rojo encumbrado,

la cola de terminación lasciva,

par de cuernos endemoniados

 y una mirada de elite invasiva.

 

Llegado a las puertas del cielo,

donde su guardián lo enfrentó,

de reojo pisando apático templo

 celestial, a Dios su palabra pidió.

 

El Superior estaba muy ocupado,

no tenía tiempo ni para respirar;

bajó orden, al portero avisando,

 al diablo no lo iba a recepcionar.

 

Ante la negativa por la respuesta

recrudeció la animosidad infernal

sulfurando su piel hasta la testa

mientras el guardián se reía fatal.

 

Por ende, al ausentarse el diálogo,

la bronca se dió como testimonio

de incomunicación; en desahogo,

 respondió mandándolo al demonio.

 

Vito Angeli