FIDEL HERNANDEZ

Yo estaba a tu lado

¿Por qué me demandaste silencio?

Tal vez sólo querías escuchar la lluvia fina sobre el tejado

 o quizás te enamoraba la melancólica sintonía del viento.

¿Para qué colocaste tu dedo sobre mis labios?

Tú sabes que iba a decirte que te amaba,

tú sabes que necesitaba únicamente dos palabras;

pero esas  palabras se ahogaron en mi pecho…

¿Por qué me ofreciste esa tierna mirada?

¿Para qué  me amordazaste el corazón?

¿Por qué musitaste ese “cállate, cariño”

que dentro de mi alma retumbó?

¿Para qué me recogiste en tu cálido regazo de amor?

¿Por qué, dime, me dormiste como si fuera un niño,

mientras en silencio yo ya era parte de tu halo

y tú ya eras parte de mi interior?