De incienso, eres la más delgada espira,
que en las noches, solitario me pongo a soñar,
y las notas melódica de una vieja lira,
me recuerda tus ojos azules de mar.
Estas, en el suave perfume de todos las rosas,
De noche; te encuentro en la aurora lunar,
te recuerdo mirando toda las cosas,
o en las tardes de crepúsculo solar.