Franklin Sandi

Esa faceta negra del yo: la sombra

 

 

No puede ser mi sombra

la que me sigue

no puede

ser

mi sombra

digo.

 

Cruzo a la acera

del frente

y se queda

detenida

siguiéndome

solo

con la mirada.

 

Miro atrás

y continúo

el camino

bajo la luz

del medio día

y me consuelo

con el sol

vertical.

 

Mas ella

mira también

con tristeza

cómo doblo

su destino en

dos

en la otra

esquina.

 

Pienso bien

y vuelvo

a su lado

corriendo

justo

cuando se está

haciendo

papel

picado negro.

La sostengo.