ARIOSTO

¡CÓMO ME GUSTAS!

 

cuando me das los buenos días, aún sin vestirte

 

cuando abres para mí la luz de tus ojos

recién levantada

 

cuando curvas despacio tu cuerpo para sentarte

 

cuando te agachas, atrapada en tu falda

mostrando prietos los bucles de tus rodillas

 

cuando desnudas mi cansancio con tus caricias

 

cuando te vuelves al desnudarte

 

cuando tu pecho oprimido y transparente

desea liberarse de ti mientras caminas

 

cuando elevas inconsciente tus brazos

para cintar tu pelo molesto con el viento

 

cuando en susurro me dices “qué haces”

y te dejas hacer

 

cuando mirándome dulcemente

me dices “quita esas manos”

 

cuando me hablas de tus cosas

 

cuando te rindes a mi insistencia

y mis labios están a punto de alcanzarte

 

cuando la cremallera que modela tu espalda

necesita de mi ayuda

 

cuando tus dedos afilados y níveos

se adormecen trenzados en los míos

 

cuando tu cuerpo, en mi lecho dormido

lo abrazo yo, aún despierto