FERNANDO CARDONA

ESAS MANOS DE MI MADRE

    ESAS MANOS DE MI MADRE

 

Trabajar y acariciar son el saber de las manos

De las madres que el ser íntegro siempre entregan a su hogar,

Desde cuando en la tibieza de su vientre comenzamos

A florecer como lo hacen los capullos del rosal.

 

Esas manos santas, buenas, nuestros cabellos peinaron,

Nos limpiaron cuando al barro fuimos, torpes, a parar,

Sanaron nuestros rasguños cuando al correr tropezamos

Y con paciencia nos dieron abrigo, ternura y pan.

 

Esas manos santas, puras, nuestra frente santiguaron

Y orando en acción de gracias con las nuestras se juntaron.

Aplaudieron nuestro triunfo y enjugaron nuestro llanto

 

Cuando en la vida la copa trasegamos del quebranto.

Y ora, cuando ya la vida nos va llevando al ocaso

Como me duele la ausencia de esas manos que hoy extraño.

  

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