Jefferson Gustave

Piel adentro

 

La belleza de la noche participaba de tu cuerpo caliente,
convocamos el silencio nocturno con nuestros sonidos
mis húmedos labios llenos de pasión te recorren lentamente,
una incursión violenta se resolvían con placeres contenidos. 

 

Tu movimiento regía la posición de la sombra,
la forma de estos cuerpos oscilando entre alma y noche,
tú reinabas piel adentro, me enajena y me asombra.
Nuestros latidos tenían que ser música al caer la noche.

 

La piel es un cálido y gustoso elemento de placer,
¡romperla, para amarrarnos entre las sangres! linfa fresca;
Mi alma grita en desenfreno hasta enloquecer los sentidos
Piel adentro era la manera de quererte, que yo merezca.  

 

La oscuridad avanzaba y no se movía de su contemplativo centro,
no había tiempo de sobra para ninguna tardía ocurrencia.
hay noches que duran siglos ¡Oh climas seductores, piel adentro!

era como si dioses ignorados completaron la esencia, mi esencia.