Alejandro José Diaz Valero

Tarde de cine

No es que la gente arruine

mis horas de diversión

pero ayer me fui al cine

y tuve doble función.

 

El local estaba lleno

por todas sus dimensiones,

y por ver película de estreno

la gente te daba empujones.

 

La cola era tan extensa

que parecía la Muralla China,

con alta dosis de impaciencia

que a cualquiera desanima.

 

Comprar los tickets de entrada

fue una grandiosa odisea,

casi ni conseguimos nada

porque estaba alta la marea.

 

Ni chocolates, ni tostones

sólo un cucuruchito de maní,

como son los mas baratones

eso al menos, me hizo feliz.

 

luego cuando estábamos adentro

fue todo un desespero,

pues para encontrar asiento

llegaban a olfaterate hasta el trasero.

 

Y ya cuando la función iba a comenzar

después de tanto ajetreo,

entonces comencé a roncar

en un profundo encuentro con Morfeo.

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