Sergio Jacobo "el poeta irreverente"

Y SE ACOSTUMBRA EL BRAZO…

 

 

Y se acostumbra el brazo a tomar de tu tiempo,

lo mismo que mi labio a beber de tu boca,

por eso yo persigo la sombra que se queda

plasmada ante mi paso cuando no estás conmigo.

 

Y acostumbrado estoy a mirarte lejana

al igual que una estrella que brilla muy distante,

por eso siempre espero acercarme a tu mano

sintiendo el follaje de tus dedos cansados.

 

Los días de la semana se turnan para verte

sin importar la hora –es el momento exacto-

trafico entonces mis pasos para verte de noche

porque la noche sabe a silencio y a llanto.

 

Eres conservadora de todos mis escritos

de mis labios que tocan de mis manos que callan;

de mis besos que bullen , de mis caricias locas.