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Cóncavo y convexo

Una larga espera en soledad.

Seños irrepetibles de volvernos a encontrar.

Ha llegado el día del reencuentro.

 

Mis ganas de tenerte son profundas

Y los nervios que me agotan

Son fisuras de extrañeza

Que en mi estómago se envuelven,

Como dos sábanas en nuestros cuerpos.

 

Nuestras miradas se cruzaron,

Revelando secretos en silencio.

Nuestros labios se desesperan,

Nuestros cuerpos se estremecen

Y la pasión aumenta.

 

Encontramos una salida

Y ocurre lo inesperado.

El roce de dos labios ansiosos

Que se encuentran bajo la luna llena.

 

¡Oh! Tus manos acarician mi piel

Y con sutileza me adhieren a ti.

Una explosión de sentimientos cerca de tu cuerpo.

 

 

Cada beso es un arte perfecto,

Que inventamos una noche de silencio.

Cada detalle es un verso

Y nuestros labios encajan con total misterio.

 

La pasión de nuestros cuerpos nos invade de deseos

De ir más allá de lo permitido,

A cerrar los ojos y llegar a volar.

 

Besos profundos y mordidas en el cuello,

Caricias suaves y desnudas.

El roce de dos cuerpos,

Que se conocen como cóncavo y convexo.

 

Tu curvas definen las mías

Y mis manos acarician las tuyas.

Con  sutileza, acaricias mi espalda,

Conociendo cada detalle y cada una de sus partes.

 

Subes a mi cuello

Y aferras tus labios a los míos;

Logrando infundir el placer de lo eterno

Y el fluir de la humedad en nuestros cuerpos.

 

 

 

 

Cada beso es diferente

Y cada caricia es inconsciente.

Así terminamos nuestra noche.

Haciendo de la luna testigo,

Del roce de dos cuerpos,

que se conocen como cóncavo y convexo.