Horacio Páramo

Lluvia

Hay un concierto de gotas y de flautas transparentes, con sus graves y agudos tonos. Antes de cada concierto existen tres llamadas; la primer llamada es el color gris, la segunda son los rayos y la tercer llamada es la continuidad de pequeñas gotas flacas y suaves. Después, en las calles hay caricias de agua, y pequeñas manos casi redondas tocando a tu paraguas abierto.

 

La lluvia tiene sus usos: sirve para inspirar a cualquier poeta que desea nuevos versos, sirve para recordar las pisadas en los charcos que dimos en la infancia; la lluvia es para compartirla amorosamente caminando por los mares que tienen sus diminutas olas.

 

 

Cuando finaliza el concierto, se queda un paisaje verde, un perfume fresco, ventanas adornadas, nubes blanqueándose, el sol descobijándose, los pájaros hablando y espejos largos y delgados sobre las calles.