Ivdar Kiunter

La Rosa

 

Pregunté en mis sueños a una rosa:

¿tu perfume es ambrosia de los dioses?

¿es sublime manantial de paz

o elixir de la vida?

 

¿Es acaso tu belleza majestuosa,

una diosa  esquiva del Olimpo, visitando

los humanos corazones, para sembrar en ellos

 el germen del amor y de la estética?

 

¿O eres acaso un regalo de los dioses,

para traer al mundo la paz, el altruismo

y la armonía, que ha sido al mundo tan esquiva?

 

y la rosa contestó: “Soy la luz del amor;

soy la paz de la vida; pero ante todo,

¡soy una rosa herida!”