A mi vida te la he dedicado, con esmero y con hidalguía,
Siempre fui delicado y en amores nunca tuve guía.
Amarte y cuidarte fue mi consigna,
Tratando de hacer nuestras vidas dignas.
Lo hice insistente a mi modo, tratando de poner tenazmente todo,
Las veces que fui engañado, me mantuve firme a tu lado,
Y así pasaron años tras años, amándote con porfía,
Sin bajar nunca los brazos, queriéndote noche y día.
Soporte nubes negras y muchas tempestades,
Cayendo del firmamento el frío en las ciudades,
Granizo de fuego me quemaban por dentro,
Para soportarlos, me expuse a los vientos
Hubo un tiempo de calma, con algunas alegrías,
Cuando por fin la paz sentía, era la pena que volvía.
Fui persistente en amor, puse todo mi corazón,
Para amar había nacido, por amor gane el olvido.
Ame sin ninguna medida, sin poner condiciones,
Con tal de tenerte cerca, perdoné tus traiciones.
Te amé tanto! No me arrepiento, me dejaste solo
Triste, abandonado y quedé tan trastornado
Comencé el duro camino hacia el olvido,
Destrozado, herido, muy confundido,
Un viaje sin retorno, sin vuelta ni despedida,
Me pierdo en el recuerdo, solo me pierdo.........
Raúl E. Perdiguero Samaja