Rusca y Garcia

Somos sal y luz de la tierra

Adentrado en el urabá donde rostros distintos de pasado en destierra

Avanzábamos por naturaleza imperante, los pies untados en negros barros.


De llegada en vereda se siente su fruto, cual sabor  apacigua un convivir infructuoso

Se notan en ti siglos en espera de nuevo son en espera, tiempos de entrega entera, se notan siglos de espera.

 

Noche restringida pero de ganas y cabeza caliente

Se sale a dejar en  tu solo ambiente, ruidos silvestres e inquietantes cuentos 

Que si algo sucede  se agrega el invento    

Que si algo sucede se funde en el viento.

 

De vuelta me asombro al ver tu expresión rica

Tienes variada tu natural espíritu, belleza ineludible por tu gusto intrigante

Tuya es la entrega de muchas personas 

Que su falta de  identidad su presente no perdona.


Todas las pieles hay en la zona

Llega la noche que espesa se asoma

A ver  que se deja en complicidad natural.