espicarri

R E T O R N O

Hoy pulso nuevamente mi citara para cantarte,

mujer de mis locos anhelos y mis deseo ardientes;

hoy vuelvo nuevamente a ti para adorarte.

 

Te bendigo desde el umbral de mi existencia

donde quizás nunca exististe,

volviste a ser en mi vida la inquieta mujer que me domina,

y alabo tu inquietud tan candorosa que provoca

mis mas intimos deseos.

 

Te busque como antaño no lo hacia,

te encontre solitaria, vencida, llorosa y melancolica,

y al verme llegar, tus lagrimas me hicieron abrasarte,

estrujarte entre mi brazos tan sedientos de amor y de caricias.

 

Me dijiste quedo, te esperaba, te busque en el vacio

de mi conciencia, te anhele como nunca,

te desee con un ardiente deseo de amarte,

y no estabas  para calmarme;

calle tus labios con un beso, si un beso tierno y

calido, y así quedamos los dos, extaciados,

absortos en el beso.