Doblezero

LA LEYENDA DE LA AURORA POLAR

 

 

 


 

Los nativos del lugar cuentan
con un mito ancestral,
madre entre sus leyendas,
del primer esquimal
que la nieve sin danza conoció,
sufrió el cosmos sin fantasia
y a su hijo recordaba
que ahora el cielo es de amor
y por eso brilla.

Pues en la noche de la memoria
de boca en boca forjada
y en otra de nuestras vidas
aquellas casi olvidadas
¡oh amor mio!, él relataba
que yo te dije:
- si me pierdo
buscame en la Antártida,
tierra lejana sin norte,
donde el frío es de tensión
cortando niebla alargada
y en la nieve no hay colores,
que al sol es nacar, de tarde gris,
solo negra por la noche,
pero entonces, llegó ese día
en mitad de la nada blanca
cuando tu me reencontraste
y en un rápido delirio
consumimos los espacios
y mi brazo en el encuentro
fue la hiedra en tu cintura
y dos cuerpos en remolino
flotaron en la llanura
y pudo escuchar aquel ancestro
en la voz del horizonte
como me querías,
como me decías:
¡¡ Amor mio, besame muy fuerte
y quemaremos el cielo !! -