jesus guzman

LA DEJE DE AMAR

Amándola, entregándomele y regocijándome en ese amor

busque el poema que un día le escribí

 

Tropecé con tantos otros:

reproches, silencios, goces, dolores

y entre sangrantes horas volvieron a mi

aquellas dedicatorias y palabras

que en otro tiempo expresaron mi alma:

gestos sinceros que la durmieron en mis brazos

o aferraron a su piel un te amo

 

Todo aquello fue sentido,

voces de sentimientos desbordados,

tiempos de esperanza y calidos días.

Sin embargo,  de aquel océano en tu cuerpo

y del barco de mis sueños hoy solo queda el naufragio.

Ahora esa esperanza es casi un llanto,

un dolor envenenado mi cuerpo

y se vuelen efímeros los sonidos del amor

 

Pues ya lo he comprendido:

cuando se empieza a amar

siempre existe la posibilidad de terminar.