CALÍGULA

dices que: Me dejaste...

Si me dejaste.


Me dejaste por miedo: cuatro corbatas que no combinan con tu ropa, dos camisas rotas y tus pantuflas preferidas...tenías miedo de recordarme en esas cosas.

Tenías miedo de que ella usara tus corbatas para atarte a su cama y entonces recordarme y se te escapara mi nombre...tenías miedo de que usara tus camisas y no encontrar mi cuerpo al quitarlas... tenías miedo de que usara tus pantuflas después de andar descalza por la casa...

No se si te has dado cuenta pero me dejaste todo, solo te fuiste tú.

Me dejaste mis ganas de amar, de entrega... me dejaste todo con lo que puedo hacer felíz a otro hombre:

... aún así no usaré nada de lo que dejaste porque todo lo que dejaste tiene una historia importante, una historia que cuenta, que inicia en un momento, que gozamos, que concluye... solo hay algo que es más importante recuerda que me dejaste, ¡si recuerda que me dejaste!... así cuando regreses yo pueda decirte: que al marcharte

en libertad es como me dejaste.

 

Y tú no podrás contrariarme, porque la imaginación en el amar, esa que tanto te fascina la cambiaste por la aventura de aquello que jamás habías vivido, y que pronto vivirás... si, vivirás sin amor.

Cuando te des cuenta que empezaste bien y terminaste mal te darás cuenta también de que el día que me dejaste te dejaste... te perdiste e intentarás hallarme,  y quizá me hallarás con otro hombre a mi lado, en su sonrisa y en la mía notarás cuánto fue lo que dejaste... cuando me dejaste.