Franklin Sandi

Me sorprende Luciana

 

 

Le amanece el sol pintado

con pedazos de noche

y sonríe

desde el fondo de un vacío intacto

sin mostrar las celosías

de un futuro dolor que desconoce.

 

Parece un tizón soplado

por la alegría y quema

cuando sonríe

tanto que su sol no parece pintado.

 

Me sorprende que sea

de agua entre los dedos su corazón

que de verdad late, y se haga luz

de neón su mirada clara

cuando es todo

lo de su alrededor utilería

y –para ella quizás no- tristeza.