Cuando canté
Me acuerdo de antaño, cuando el maestro me enseñaba,
Fui feliz y satisfecho, de su enseñanza y lo miraba,
Lo miraba a cantar, aunque no tuvo más una voz de encanto,
Él me dijo, que dentro de unos meses, habría tenido un concierto,
Y yo todo alegre lo aprobé, y habría podido mostrar mi canto,
Pasan las jornadas, me entrené con la voz y el pecho,
Yo que fui un bajo de las notas graves, temblaba el techo,
Había al aguardar el maestro de piano, todo vivaracho,
Pobrecito, luego, vino a saber que fallecía horriblemente,
Hablando de aquellos días, así alegremente,
Hubo el tenor con ademanes particulares y un poco ancho,
El mejor de la compañía de cantantes, voz espectacular,
Que me dio homenaje con su atención peculiar,
Al decir que tuve una voz bella, yo también,
Por un cierto sentido, yo cantaba muy bien.
Llegó la noche tan esperada, y yo alcanzaba los demás,
Ternura y cariño en los ojos de ellos, que no olvidaré nunca más,
Y luego el maestro invitó cada uno de subir sobre el palco,
El teatro se llenó de palmoteos y diversión,
Y yo que a veces huelo de malo olor, bajo los sobacos me di el polvo de talco,
Y luego ovación de así tan éxito para la actuación,
Y yo volví en mi hogar, con mi familia que me festejaban,
Así que hogaño, se queda solo un recuerdo, ya que aquellos días acababan.
Del 17 de diciembre del 2025
Paolo Sobredo