Elizabeth Maldonado Manzanero

Promesa

Un día de estos

cambiaré tu mundo:

serán mis sonrisas

tu sacrosanto alimento,

mis palabras compondrán

el mejor de tus sueños;

mis brazos habrán de ser

tu terruño, tu refugio;

mi piel, la prenda de gala

que apetezcas y la que mejor luzcas;

mis miradas serán la ruta

de tu andar sereno.

 

Hoy, solo dejo

que tus pasos se crucen

brevemente con los míos,

que tu risa me descubra

sin pedir ningún permiso,

que el tiempo paciente te hable

en susurros de mi nombre.

 

Un día trastocaré tu camino;

lo haré todo posible.

Por ahora, no quiero…