El arroyo es un pequeño
que va jugando, sonriente,
con la espuma y la corriente
con las raíces y el leño.
Le entona al bosque sureño
cantos de un indio valiente,
el arroyo es un pequeño
que va jugando, sonriente.
Del agua es señor y dueño,
pone piedras como puente
para que cruce la gente,
y aunque el ser río es su sueño
el arroyo es un pequeño.
Derechos reservados por Ruben Maldonado.