Anduve por las sendas de los malvados.
Me senté en la mesa de los violentos.
En una noche oscura.
En un desierto desolado.
En una agonía profunda.
Me incline ante Ti.
Clame a Ti, desde lo más hondo del alma.
¡¡¡TRANSFORMAME!!!
Bienaventurados los que piden perdón.
Bienaventurados los que son perdonados.
Bienaventurados los que perdonan.