Tu fuiste de mi vida su esperanza
y fuiste de mis sueños su alegría;
tu diste a mis momentos armonía
y fuiste mi lucero en lontananza.
Me diste con tu fe la paz que alcanza
del alma su perfecta sinfonía;
y fuiste la suprema melodía
que brinda al corazón gentil confianza.
Mi vida la llenaste de ilusiones
y fuiste de mis versos su fontana;
bordaste con fervor los edredones
que fueron de mis noches la peana;
en donde me embriagaste de pasiones
abriendo de tu amor la gran ventana..
Autor: Aníbal Rodríguez.