El mezquite
Sus raíces son muy toscas
y su tronco es muy áspero.
Estuvo cuando mi hogar
era polvo, arena y llano,
cuando mi familia fue
a cimentar en su tierra.
Apenas hago consciencia
de su derecho al respeto.
Mientras, impasible a nuestro
festejo, ancla la vida
a nuestra tierra, casa madre.
Al ocaso, nos eleva.
Y sus raíces son toscas,
áspero su tronco, pero
sus ramas se vuelven como
dedos finos de mujer;
que se enredan en el aire
para atarnos a la tierra.