Deja que llueva esta noche,
sin pena, sin tregua.
permite que la lluvia empape el cristal
y nos regale esa privacidad
que la soledad no puede otorgar.
Que caiga mientras nuestras sombras
juegan en la oscuridad del cuarto,
mientras el calor de nuestros besos
se vuelve intenso.
Déjate llevar por el momento,
siente el latido,
abandona el impedimento,
déjate simplemente llevar.
Que la lluvia rodee tu pecho,
recorra tu piel entre caricias y versos,
y alcance el clímax
guiada por mis dedos.
Deja que la lluvia caiga,
mientras nuestros cuerpos se funden
y la noche aprende a guardar silencio.