\"Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca\".
–José Martí.
La Rosa Blanca
No sangra. No se quema. No se muere.
La rosa blanca vive en otro plano.
No tiene espinas. Solo luz y mano
que la sostiene cuando el alma quiere.
La vi crecer en medio del abismo,
como si el dolor fuera su jardín.
No era flor: era un verso sin confín,
una plegaria escrita en el lirismo.
La corté con cuidado, sin herirla.
La puse en tu altar, como quien suplica.
Y ella brilló, como si tú la oyeras.
Ahora la guardo. No para vestirla,
sino para que el mundo sepa y diga
que hay rosas blancas que salvan fronteras.
Annabeth Aparicio de León
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