Fuimos un casi todo que estaba destinado a morir,a morir de miedo, de ganas, de intentos.
Estábamos destinadas a ser fuego, pero algunos destinos
se desvían en el viento; pues no están inscritos en las garras del universo.
Íbamos a ser todo, y no fuimos nada. Fuimos olvido, fuimos calma,
de esa que turba y no agrada, nosotras fuimos dueñas de esa etapa
porque tú y yo, jamás fuimos nada.
No pudo morir algo que jamás existió, ni tampoco pudimos ser
ninguna constelación, porque ellas nacieron, una chispa se encendió
nosotras no tuvimos chispas, no hubo vida antes de las dos.