Fumador
Fumo que fumo, quemando tabaco,
siendo precoz principiante en el juego,
letras al aire, parecen volar,
en los confines del buen principiante.
Salen ideas que matan pulmones,
pues el tabaco produce adicción,
más yo les dejo consejos de sabio,
siendo poeta del verso medido.
Las tabaqueras financian avisos,
para que sigan quemando su plata,
más solo importa las buenas ganancias,
que este negocio les deja a los ricos,
Mira mi hermano, les dejo el consejo,
Mientras tu fumas contempla el espejo.
Jaime Correa
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Santiago, Chile
Dactílico puro: acentos en 4ª, 7ª y 10ª.
Dactílico pleno: acentos en 1ª, 4ª, 7ª y 10ª.
Un soneto en versos blancos es una forma poética que mantiene la estructura tradicional del soneto (14 versos endecasílabos en dos cuartetos y dos tercetos) pero elimina la rima final.
Un soneto al fumador celebra la dualidad del tabaco: un placer que es a la vez consuelo y veneno, un acto de libertad que consume, una compañía constante en la soledad, donde el humo es un suspiro de angustia o un conjuro contra el estanco de la vida, fusionando la efímera bocanada con la eternidad de la nostalgia y la búsqueda de sentido en el instante fugaz.
¡Feliz Año 2026!
Por si no estoy en el foro