Una orquídea brota sobre tu pecho,
abre la noche, deja un temblor,
inclina sus pétalos
y libera su canto.
Entre los pétalos
el rocío se hace visible,
y el pulso de tu cuerpo
despierta mi luz callada.
Tu orquídea se refleja,
la noche se estremece,
el viento te acaricia
y mi cuerpo despierta.