Doce hermanos se juntaron
en la casa de una tía
pero los días pasaron
y seguido uno moría.
Con dolores arrancaron
y también melancolía
porque ya no los miraron
al pasar de cada día.
Se morían jovencitos
antes de los treinta y dos.
Somos todos tan finitos
y no sé qué opines vos,
con los versos ya descritos
no me digas hoy adiós.