Gustavo Echegaray

Te requiero

Te requiero

en estas horas

cuando el reloj

se equivoca

y marca tu ausencia.

 

Te requiero

en la taza

que se enfría sola.

En la cama

demasiado grande

para un solo soñador.

 

Te requiero

cuando la noche

se sienta a mi lado

y no dice nada.

 

Te requiero

en los versos

que nunca te escribí

y ahora que no estás

te escribo en el aire.

 

Te requiero

en el pan caliente,

en el vaso de la luz.

 

Te requiero

en los geranios

que sembraste

con paciencia.

 

Cada domingo

los riego

pero no es lo mismo:

les falta tu voz.

 

Te requiero sin ruido,

sin reclamo,

mirando tu foto

y hablándote despacito.

 

Si pudieras

volver un minuto,

solo un minuto,

te diría:

quédate.

 

Y como no puedes,

me quedo yo

esperándote

en estas horas largas,

con tu nombre

encendido en el pecho.