Hoy no le verso al olvido
tirado en las cuencas del alma.
No le escribo a los dolores
lanzándose desnudos al vacío.
Ni a los cielos rojos del ocaso
destilando su sangre sobre el mar.
Hoy… con una paz preciosa…
a ti te escribo, sin recovecos.
Aunque para ello
tuve que acotar la infinidad a tiempo
regalar mil suspiros al céfiro
y apagar un voluptuoso fuego
tras mis labios.
Porque para mí, que soy poeta,
es difícil decir cuánto y como te amo
sin escribir
una intensa poesía de ello.
Bueno, creo que ya lo mencioné;
sí -lo dije- y no fue tan difícil.
Y es que hoy mi primer deseo fue
expresar -simplemente- que…
te amo.
.
.
.
P-Car
Paty Carvajal-Chile
N°727 - 17.03.2014
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Protección: Safe Creative
📷 de Internet
(ante cualquier advertencia
será retirada de inmediato)