Óscar Martínez

CUANDO EL VIENTO CEDE

Se apaga lento mi fervor de estrella 

 dejando huellas en la arena oscura, 

mi voz se quiebra, pero aún destella 

un canto frágil contra la ternura. 

 

Si ya no vuelvo, que mi sombra quede 

como un suspiro en la memoria ajena,  

y que mi nombre, cuando el viento cede, 

sea sólo un eco que jamás condena. 

 

El tiempo arranca lo que el alma esconde 

y deja grietas en la piel del recuerdo,  

mas en mi canto la esperanza responde 

como un relámpago que arde en su acuerdo. 

 

Cuando la bruma borre todo destino 

y el horizonte se disuelva en la nada, 

que quede libre mi último camino 

como una llama que jamás se apaga.