La noche estrellada no es testigo, sino presencia.
No es aparición, es esencia
que al tomar por nombre lo que uno quiera
no es ficción, sino realidad.
Si estás a solas, es muy intensa
Si acompañado, asomerado.
Sientes que el Universo está a tu lado
y es porque buscas de Ella, aunque sea un bocado.
Siente predilección por los abandonados
y en las noches, en la ausencia del sol,
la Luz tiene que venir de algún lado.
Es que Dios es el Sol, y María, lo Inmaculado.