Pyck05

ERA DICIEMBRE...

Era diciembre
y el año se acababa,
mi mariposa.

Al ver tus letras,
llegando en el correo,
tembló mi alma.

Vi tu figura
surgiendo desde un sueño
a mis suspiros.

Algo cansados,
estaban hoy mis versos,
y sin motivo.

Me quedé mudo
en medio del silencio
por tu presencia.

Pero, a la vez,
nacieron los latidos
del alma enferma.

Y tú me diste
el premio y el regalo
con tu sonrisa.

Eras la sangre
y la musa del poema
que agonizaba.

Y así, mi alma,
sintiendo tu presencia,
volvió a la vida.

Rafael Sánchez Ortega ©
26/12/25