A los ojos del resto está mal, pero ellos no comprenden mi deseo hacia ti.
Dicen que es, casi, enferma la manera en cómo te pienso.
Murmuran a escondidas.
Difaman mi querer, manchan mis letras en palabras mal intencionadas.
Dicen conocer la manera \"correcta\" de quererte, intuyen que mi forma es excesiva.
Que el amor a tu nombre ha pasado a ser una asquerosa obsesión.
No entienden, nunca lo hacen.
Murmuran a mi lado, me miran con repulsión, repudian mi nombre.
Ellos no entenderán, no sabrán que así debe de ser. Mi deber es tenerte ahí, en mi frasco de protección alejado de sus palabras sucias.
Pues ellos no merecen decir tu nombre, no como yo lo hago.
Murmuran delante mío, escupen y lanzan piedras a mi rostro destruido