alicia perez hernandez

ME FUI...

ME FUI...

 

A veces ya no te vivo...

fue certero el amor que me nació

el mismo día de tu renuncia,

a este amor que te ofrecí.

Vuelo de pájaros

fueron tus besos.

Ramas sin brazos tus abrazos.

Me fui por el sendero donde vine

a contar los pasos

que me lleven a olvidarte.

En noche de luna llena,

te lloré mucho.

En un frío invierno te conocí,

y una noche cualquiera

te alejaste de mí.

¡Pobre de mí!

Me dije; un día

Pero luego; dije

pobre de él nadie lo amara como yo.

Jamás lo amaran amo yo lo amo!!

Ya de regreso pensando en ti...

volví a llorar por ti.

Porque no es fácil olvidar

a quien tanto he amado con mi alma y corazón.

¡Tanto te amo!

¡Tanto te amé!

Duele! ser la tumba de un amor

que expiró antes de nacer,

abortado por quien creí que me amaba, 

pero su olvidado por tu indiferencia pudo mas. 

Me fui...

Te fuiste...

Me fui porque te fuiste... en un sueño.

Yo aprendí a vivir amando a quien no me ama.

... Me fui de ti.

te fuiste antes de tiempo.

tus versos los imaginé como un cuento de hadas

que me hicieron sentir eterna en tus ojos.

aunque solo haya sido mi fantasía.

Sabiendo que tú fantasía con otra. 

Me fui...

Te fuiste...

Triste desenlace de un amor que no era amor 

solo un juego de naipes.

Alicia Pérez Hernández... México 

No es la pluma la que escribe, es el alma

Todos los derechos reservados©

RETO... Julio Flores Roa
Si porque ante tus pies me postro
como un esclavo rendido,
y una mirada te pido
con temor, casi con miedo;
si porque ante ti me quedo
extático de emoción,
piensas que mi corazón
se va en mi pecho a romper
y que por siempre he de ser
esclavo de mi pasión;
¡te equivocas, te equivocas!,
fresco y fragante capullo,
yo quebrantaré tu orgullo
como el minero las rocas.
Si a la lucha me provocas,
dispuesto estoy a luchar;
tú eres espuma, yo mar
que en sus cóleras confía;
Tu me haces llorar; pero un día
yo también te haré llorar.
Y entonces, cuando rendida
ofrezcas toda tu vida
perdón pidiendo a mis pies,
como mi cólera es
infinita en sus excesos,
¿sabes tú lo que haría en esos
momentos de indignación?
¡Arrancarte el corazón..
para comérmelo a besos!