Y estar con el alma abierta
porque llega Navidad,
tiempo de Amor y de Paz,
para abrir a Dios la puerta.
El mundo, con su ajetreo, no acierta
a poner luz a tanta oscuridad;
los becerros de oro son falsedad,
y con ellos, la esperanza está muerta.
Una estrella nos guía, serena, por la vida,
habla de eternidad, de confianza prendida…
Se escuchan villancicos; en Belén nace el Niño,
y acompaña la música a críos y mayores…
En el Cielo los ángeles entonan con cariño
aleluyas de gloria, y aplauden los pastores.