Belisario Sangiorgio

Belisario Sangiorgio: el gaucho y la Patagonia

ni en el vado

con el agua al cuello

abandona su marcha

el caballo bueno;

son recelosos de su pasto

los carneros

y los caballos flacos

del salitral;

se esconden los peces

como el fugitivo

en los troncos

caídos sobre el agua

en la orilla del río

que parece el cielo;

poco se dejan ver los cóndores

pero andan en las cuevas

de la quebrada;

además, del patrón

que bajó para Esquel hace un mes

todavía no se ha sabido nada;

unos que pasan por el puesto

me dejaron cigarros;

fumé todo el día

apoyado en la tranquera principal

esperando inútilmente

que alguien venga de visita

para no estar tan solo

en la estancia.