Esto es el viento
Se suelta el viento y avanza
sin tregua para su vuelo,
cruzando a ras de este suelo
con una feroz pujanza.
Ningún obstáculo alcanza
a mitigar su silbido,
que se eleva en el ruido
con absoluta confianza.
Las nubes entran en danza
y siguen su rastro fiero,
mientras traza el derrotero
que en el horizonte lanza.
El mar, en su semejanza,
brama y se agita en la cresta,
sumándose a la propuesta
de su eterna militancia.
Si la montaña se afianza
y trata de resistir,
él la sabe dividir
sin perder la templanza;
rompe en la piedra, se lanza,
y vuelve a soplar, seguido,
jamás habiendo cedido
el paso de su esperanza.