Luciana Trejo

12 de Diciembre

Volveremos a encontrarnos,

‎y ese desasosiego volverá a habitar mi pecho

‎como una marea conocida.

‎Hundiré el rostro en las memorias

‎donde tus sonrisas aún saben bailar

‎y tu aliento me habla en susurros.

‎Volveremos a encontrarnos

‎en los silencios intactos de la mañana,

‎cuando el canto de las aves nos guíe

‎hacia pasajes remotos de un pueblo tibio.

‎Volveré a soñarte a mitad del camino,

‎esperando que nuestras manos recuerden cómo unirse.

‎Volveremos a las risas cómplices,

‎a las miradas robadas al tiempo.

‎Volveré a soñarte despierta

‎mientras inventamos baladas para no olvidarnos.

‎Volveremos…

‎Y seremos otros, seremos ajenos,

‎un poco rotos, un poco extraños.

‎Volveré a mirarte pensando

‎en lo bello —y lo triste—

‎que sería, por fin,

‎dejar de soñarte.